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Análisis de las posturas de Kamala Harris y Donald Trump en política exterior

El mundo está muy atento a las elecciones del 5 de noviembre en Estados Unidos, donde se enfrentan la vicepresidenta demócrata Kamala Harris y el expresidente republicano Donald Trump. Este evento electoral no solo determinará el futuro político del país, sino que también podría tener un impacto significativo en la política exterior de la superpotencia norteamericana. Las diferencias entre ambos candidatos son marcadas, especialmente en temas críticos como la guerra de Gaza, la invasión de Ucrania, la crisis en Venezuela y la rivalidad con China.

La Guerra de Gaza

La situación en Gaza ha sido un tema candente en la política internacional, y las posturas de Harris y Trump reflejan enfoques radicalmente distintos. Kamala Harris considera que la muerte del líder de Hamás, Yahya Sinwar, en un operativo israelí representa una gran oportunidad para avanzar hacia un acuerdo que ponga fin a la guerra y permita la liberación de rehenes. Harris ha manifestado su firme apoyo al derecho de Israel a defenderse, un país que recibe millonarios subsidios de armamento estadounidense. Sin embargo, también ha señalado la importancia de no ignorar el sufrimiento del pueblo palestino, abogando por una solución de dos Estados como camino hacia la paz.

En contraste, Donald Trump, quien durante su mandato mostró un alineamiento incondicional con Israel, insta al gobierno de Benjamín Netanyahu a «terminar rápido el trabajo» en Gaza. Según Trump, la prolongación del conflicto está erosionando la reputación de Israel a nivel internacional. Aunque durante su presidencia impulsó la normalización de relaciones entre Israel y varios países árabes, no ha mostrado disposición a apoyar la creación de un Estado palestino independiente.

La Guerra de Ucrania

El conflicto en Ucrania también ha ocupado un lugar destacado en la agenda de ambos candidatos. Harris ha prometido al presidente ucraniano Volodímir Zelenski que mantendrá el apoyo de Estados Unidos a la integridad territorial de Ucrania, reforzando el envío de armamento para contrarrestar la invasión rusa. Además, la vicepresidenta se ha mostrado a favor de fortalecer la cooperación con los países de la OTAN, convencida de que el presidente ruso, Vladímir Putin, tiene intenciones de expandir su agresión más allá de Ucrania.

Por su parte, Trump ha adoptado una postura crítica, afirmando que Putin no se habría atrevido a atacar Ucrania si él hubiera permanecido en la Casa Blanca. Sostiene que es capaz de alcanzar un acuerdo de paz en solo 24 horas, aunque no ha detallado si estaría dispuesto a ceder parte del territorio ucraniano a Rusia. Su administración también fue conocida por bloquear la aprobación de nuevos fondos para Ucrania y por amenazar con abandonar la OTAN si los aliados no aumentan su gasto en defensa.

Crisis en Venezuela

La situación en Venezuela ha sido otro punto de fricción en la política exterior de EE. UU. La administración Biden, con Harris a la cabeza, optó por aliviar temporalmente las sanciones a Venezuela para facilitar un diálogo entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición, que culminó en las elecciones presidenciales del 28 de julio. Harris ha reconocido la victoria del opositor Edmundo González, actualmente exiliado en España, y ha exigido al gobierno de Maduro que publique las actas de votación, amenazando con nuevas sanciones en caso contrario.

Trump, por su parte, intensificó las sanciones durante su mandato y reconoció al opositor Juan Guaidó como «presidente interino». En su evaluación de la situación venezolana, el republicano ha afirmado que las elecciones «no fueron libres ni justas», responsabilizando a Biden y Harris de esta situación. Trump ha recurrido a una retórica polémica, sugiriendo que la delincuencia en Venezuela ha disminuido porque los criminales se encuentran en EE. UU., y ha propagado la teoría de que la banda venezolana Tren de Aragua controla una ciudad en Colorado.

Rivalidad con China

Finalmente, la rivalidad con China es un tema crucial en la política exterior contemporánea. Harris considera a China como el principal rival de EE. UU., abogando por una competencia que evite un conflicto directo. La vicepresidenta cree en la posibilidad de cooperación en retos globales, como la crisis climática, y respalda el autogobierno de Taiwán, aunque no ha confirmado si apoyaría el despliegue de tropas estadounidenses en caso de una invasión china.

Trump, en cambio, ha promovido una guerra comercial intensa contra el gigante asiático, buscando proteger los empleos estadounidenses mediante la imposición de aranceles. Ha indicado que Taiwán debería contribuir económicamente a su defensa, sin ofrecer claridad sobre si enviaría fuerzas estadounidenses para proteger la isla en caso de una agresión de Pekín.

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