Evacuaciones en Baracoa y Moa ante intensas lluvias tras la tormenta tropical Óscar
Las autoridades cubanas han comenzado a evacuar este viernes a los habitantes de los municipios orientales de Baracoa, en la provincia de Guantánamo, y Moa, en la provincia de Holguín. Esta decisión se toma en respuesta a las intensas lluvias que han azotado la región desde la madrugada del viernes, acumulando hasta 128,9 milímetros de precipitación en Baracoa. La situación es crítica, pues el paso de la tormenta tropical Óscar el pasado domingo dejó una estela de daños y peligros que han llevado a la movilización de las autoridades.
El primer ministro cubano, Manuel Marrero, compartió en su cuenta de X que las autoridades han comenzado a movilizarse tras «la dura experiencia de los últimos días». Este llamado a la acción se produce en un contexto en el que la población ha enfrentado las consecuencias de un clima adverso, donde las lluvias han sido incesantes y han provocado inundaciones, deslizamientos de tierra y daños en la infraestructura.
De acuerdo con el Instituto de Meteorología (Insmet), las lluvias en Baracoa han sido ininterrumpidas desde la una de la madrugada, lo que ha llevado a la comunidad a una situación alarmante. Marrero ha señalado que ya se reportan deslizamientos de tierra y daños en las viviendas, lo que ha obligado a las autoridades a tomar medidas preventivas para proteger a los residentes de estas zonas vulnerables.
El municipio de Moa, que alberga aproximadamente 70.000 habitantes, también ha sido severamente afectado por las precipitaciones. El Centro de Pronósticos del Insmet ha advertido que se esperan «nublados con chubascos y lluvias hacia zonas de la costa norte del extremo oriental, principalmente de Holguín y Guantánamo». Estas condiciones meteorológicas adversas pueden intensificarse en las próximas 24 a 48 horas, lo que aumenta el riesgo para las comunidades afectadas.
La tormenta tropical Óscar entró en Cuba el domingo como un huracán de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, afectando principalmente a Baracoa. Posteriormente, se degradó a tormenta tropical mientras avanzaba hacia el noreste, dejando a su paso daños significativos y una cifra de muertos que hasta ahora asciende a siete. Esta tragedia resalta la necesidad de medidas de emergencia efectivas y la importancia de la evacuación preventiva en áreas de alto riesgo.
Las lluvias torrenciales han dejado varias áreas devastadas e incomunicadas. En muchas localidades, los escurrimientos de agua provenientes de las montañas han causado grandes inundaciones que impiden el acceso de los grupos de socorristas. Esta incomunicación no solo complica la asistencia a los damnificados, sino que también plantea desafíos logísticos para la distribución de ayuda humanitaria y el restablecimiento de servicios básicos.
El impacto de la tormenta ha sido profundo, y los testimonios de los residentes reflejan el pánico y la incertidumbre que enfrentan. Muchos se encuentran atrapados en sus hogares, rodeados de agua y con la preocupación constante por su seguridad y la de sus familias. Las autoridades han instado a los ciudadanos a mantenerse informados sobre la situación meteorológica y a seguir las instrucciones de evacuación para evitar tragedias adicionales.