El equipo Aston Martin tuvo su peor fin de semana de la temporada en el Gran Premio de Estados Unidos. A pesar de las mejoras que esperaban implementar en el circuito de Las Américas, los resultados no fueron favorables. El AMR23 contaba con nuevas actualizaciones, como un difusor y un ‘beam wing’ completamente nuevos, junto con un suelo y una parte superior de los pontones rediseñados para mejorar la aerodinámica. Sin embargo, el equipo enfrentó problemas desde el inicio del fin de semana debido a un error de simulación en la configuración de los frenos, lo cual afectó el rendimiento en las clasificaciones. Aunque tuvieron que realizar ajustes de último minuto en las configuraciones de los coches, lograron obtener un mejor rendimiento en la carrera. A pesar de la dificultad, el equipo se muestra optimista de cara al Gran Premio de México y buscarán recuperar la cuarta posición en el Mundial de constructores.
