Charles Leclerc no quedó satisfecho con su desempeño en el Gran Premio de Estados Unidos de F1. A pesar de haber salido desde la pole position, terminó en sexto lugar. Sin embargo, su situación empeoró aún más cuando fue descalificado posteriormente debido a que su Ferrari no cumplía con la altura mínima requerida.
Su mala suerte comenzó mucho antes de esto, cuando su equipo decidió realizar una estrategia de una parada en boxes, mientras que los demás competidores optaron por dos paradas. En la salida, Lando Norris lo adelantó en la primera curva. Antes de entrar a boxes, Verstappen y Hamilton ya lo habían superado. Leclerc expresó su frustración, afirmando que el plan C estaba arruinando su carrera y que era demasiado tarde para cambiarlo.
Más adelante, viendo el buen ritmo de su compañero de equipo, Carlos Sainz, desde el equipo le dieron la orden de dejarlo pasar. A Leclerc no le pareció bien y declaró que hablarían después de la carrera.
Finalmente, Leclerc estalló al cruzar bajo la bandera a cuadros como sexto. Afirmó que no podía haber hecho más con esta estrategia y que había optimizado todo. Su ingeniero intentó calmarlo diciendo que había gestionado bien las gomas, pero Leclerc fue tajante al afirmar que eso no importaba cuando habían obtenido un mal resultado.
Después de calmarse, Leclerc reconoció que fue una elección equivocada y comprendió la necesidad de dejar pasar a Sainz para no retrasarlo. Aunque no estaba enojado por eso, expresó su decepción por la estrategia.
